Día de Muertos: origen, tradiciones y guía práctica en Chile

¿Te has preguntado por qué el 1 y 2 de noviembre se llena de altares y colores en varios países? Eso es el Día de Muertos, una fiesta que mezcla recuerdos, comida y mucho corazón. Aquí te cuento de forma simple qué es, de dónde viene y cómo puedes vivirla al máximo sin complicarte.

¿De dónde viene el Día de Muertos?

La tradición nació hace siglos en Mesoamérica, donde los pueblos ya rendían culto a sus ancestros. Con la llegada de los españoles, la fecha se alineó con el Día de Todos los Santos y el Día de los Fieles Difuntos, creando una mezcla única. En México se hizo muy popular, pero en Chile también ha ganado terreno, especialmente en regiones con fuerte influencia indígena y en comunidades que quieren honrar a sus seres queridos.

Lo esencial es que el Día de Muertos no es una celebración lúgubre; es una forma de decir que la muerte forma parte de la vida. Por eso verás sonrisas, flores y comida en los altares, no lágrimas y silencio.

Rituales y costumbres para celebrar

Si quieres sumarte, lo primero es montar un altar o "ofrenda" en casa. Busca una mesa o una repisa y coloca fotos de los fallecidos, velas, flores (cempasúchil es la más típica) y objetos que les gustaban. Añade comida: pan de muerto, frutas, el mole o cualquier platillo que recordaba a ellos.

Visitar el cementerio también es clave. Llega con respeto, limpia la tumba, coloca flores frescas y prende una vela. No hace falta pasar horas; con una visita corta puedes compartir una charla con tu familia y recordar anécdotas divertidas.

En Chile, muchos incluyen la tradición del "calaverita" escrita en papel, con mensajes chistosos o cariñosos dirigidos a los difuntos. Es una forma lúdica de mantenerse conectados. También puedes cocinar los platillos favoritos de quien recuerdas y compartirlos con amigos; la comida es un puente entre el pasado y el presente.

Si te gustan los proyectos DIY, prueba a hacer tus propias calaveras de azúcar o de papel maché. No necesitas materiales caros: azúcar, limón y colorante alimentario sirven para una calavera dulce que luego puedes decorar.

Recuerda que la clave está en la intención. No se trata de seguir reglas estrictas; se trata de crear un espacio donde el recuerdo sea positivo y reconfortante. Puedes adaptar la celebración a tu cultura, agregar música, cuentos o incluso una pequeña caminata al atardecer para reflexionar.

En definitiva, el Día de Muertos es una oportunidad para conectar con la historia familiar, compartir historias y, sobre todo, celebrar la vida de los que ya no están. Así que prende una vela, prepara tu platillo favorito y disfruta de este día con la gente que te rodea. ¡Feliz Día de Muertos!