
¿Cómo funciona la tarjeta verde?
En la fase inaugural del Mundial Sub‑20, la FIFA incorporó una herramienta inédita: la tarjeta verde. A diferencia de las tarjetas amarilla y roja, que sancionan a los jugadores, la tarjeta verde pertenece al banquillo. Cada entrenador dispone de dos oportunidades por partido para solicitar la revisión de una decisión arbitral que, según él, es injusta. La solicitud está limitada a situaciones que normalmente activan el VAR, como penales, expulsiones, goles o confusiones de identidad en sanciones disciplinarias.
Una vez que el entrenador muestra la tarjeta verde, el árbitro detiene el juego y el videoárbitro revisa el episodio en cuestión. Si la revisión confirma un error, la decisión se corrige; si no, el entrenador pierde la oportunidad de volver a usarla. El proceso replica, en esencia, los sistemas de desafío que utilizan la NFL o el tenis, pero adaptado a la dinámica del fútbol.

Primeras impresiones en el Mundial Sub‑20
El debut de la tarjeta verde coincidió con la apertura del torneo el 27 de septiembre en Chile, donde 24 selecciones compiten en sedes como el Estadio Nacional Julio Martínez Pradanos. Uno de los partidos más esperados fue México contra Brasil, jugado el 28 de septiembre a las 17:00 hora CDMX. Los jóvenes talentos mexicanos, Gilberto Mora y Elías Montiel, se convirtieron en protagonistas, y sus entrenadores tuvieron la ocasión de probar el nuevo recurso.
Los entrenadores que ya lo habían probado en la Blue Star Youth Championship de Zúrich y en la Copa Mundial Sub‑20 Femenina en Colombia el año pasado comentaron que la tarjeta verde les brinda una mayor sensación de control sin interrumpir excesivamente el flujo del juego. Algunos críticos, sin embargo, alertan sobre el riesgo de abusos y señalan que el límite de dos usos por encuentro debe ser respetado para evitar demoras.
En términos de tecnología, la tarjeta verde forma parte del Sistema de Revisión de Video (FVS) de la FIFA, que combina cámaras de alta resolución, análisis de jugadas y una centralizada sala de videoárbitros. La integración de este nuevo desafío muestra el compromiso de la FIFA por mejorar la precisión arbitral, reducir polémicas y, en última instancia, proteger la integridad del deporte.
Si la implementación en el Sub‑20 resulta exitosa, la organización ya ha insinuado que podría ampliar el uso de la tarjeta verde a competiciones mayores, como ligas profesionales y torneos internacionales de adultos. La expectativa ahora recae en los árbitros, entrenadores y espectadores para observar si este experimento logra equilibrar justicia y dinamismo sin sacrificar la tradición del juego.
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