El fútbol chileno perdió a uno de sus símbolos más auténticos. El 30 de octubre de 2025, a los 73 años, murió en Viña del Mar Erasmo Alfonso "Monito" Zúñiga Díaz, capitán histórico del Club de Fútbol Everton de Viña del Mar y protagonista clave del título de la Primera División de Chile en 1976. Su muerte, causada por un cáncer agresivo, conmocionó a la ciudad y al país entero. Zúñiga no solo llevó la camiseta de oro y cielo como jugador; la vivió, la enseñó y la entregó hasta el último aliento. Su legado trasciende los goles: fue maestro, mentor y ejemplo de humildad.
El hombre que nació para Everton
Nacido el 29 de enero de 1952 en Valparaíso, Zúñiga creció en Viña del Mar y debutó con apenas 16 años en el equipo de su ciudad en 1968. Nunca dejó de ser uno de los suyos. Durante nueve años vestió la camiseta de Everton, hasta 1977, y lideró al equipo en su momento más glorioso: la conquista del campeonato nacional en 1976. Ese equipo, conocido como los Héroes del 76, no solo ganó títulos; construyó una identidad. Zúñiga, con su garra y su liderazgo silencioso, fue el alma de ese grupo. Al año siguiente, capitaneó a Everton en la Copa Libertadores de América, llevando a una pequeña institución de la costa chilena a enfrentar a los gigantes del continente. Fue un hito que, hasta hoy, pocos clubes de su tamaño han logrado repetir.La segunda vida: formar personas, no solo jugadores
Cuando colgó las botas a principios de los 80, Zúñiga no se alejó del fútbol. Lo transformó. Durante más de tres décadas, trabajó como director técnico en las divisiones inferiores de Everton y de Santiago Wanderers. No buscaba estrellas. Buscaba personas. "El deporte era una herramienta para la vida, y lo importante era formar buenas personas", decía con frecuencia, según recuerdan quienes lo conocieron. Fundó la Agrupación de Ex-Futbolistas Profesionales Oro y Cielo por Siempre, una asociación que hoy reúne a 47 exjugadores de Everton y que sigue promoviendo valores por encima de resultados. En las canchas de barrio de Viña del Mar y Valparaíso, generaciones enteras de niños y niñas aprendieron a patear una pelota… y a respetar, a esforzarse, a levantarse tras una caída. Él lo decía sin fanfarria: "Si ganas, bien. Si pierdes, no te hundes. Lo que importa es cómo te comportas".
La ciudad lo llora como a un hijo
La Municipalidad de Viña del Mar, bajo la dirección de la alcaldesa Macarena Ripamonti, declaró tres días de luto oficial, desde el 30 de octubre hasta el 1º de noviembre de 2025. Las banderas ondearon a media asta en todos los edificios públicos. "Erasmo Zúñiga fue mucho más que un gran futbolista. Fue un referente del deporte viñamarino y un ejemplo de compromiso con su comunidad", dijo Ripamonti en un comunicado. "Llevó con orgullo el nombre de Viña del Mar y dedicó su vida a formar nuevas generaciones a través del deporte. Su partida nos deja un profundo dolor, pero también el legado de una vida entregada con amor a su ciudad y a su gente". No fue un gesto protocolario. Fue un acto de reconocimiento colectivo. Zúñiga no solo representó a Everton; representó a Viña del Mar. Un hombre de barrio, que caminaba a la cancha, que saludaba a los vecinos en la calle, que nunca se creyó más grande que el club que lo vio nacer.El eco en el fútbol chileno
Aunque Everton fue el principal homenajeado, otras instituciones también se unieron al duelo. Santiago Wanderers y Deportes Laja emitieron mensajes de condolencia. El Gobierno Regional de Valparaíso reconoció el fallecimiento, aunque no decretó luto oficial. Lo más significativo, sin embargo, fue el silencio que se sintió en los estadios. Nadie habló de partidos, de tablas o de estadísticas. Todos recordaron a un hombre que nunca pidió reconocimiento, pero que lo merecía más que nadie.
Un legado que no se apaga
Zúñiga fue el primer héroe del 76 en fallecer desde que el club creó ese reconocimiento en el año 2000. Su nombre ya está grabado en el muro de la historia de Everton, pero su influencia vive en cada niño que entrena en las canchas de la Escuela de Fútbol de la institución. En la Agrupación de Ex-Futbolistas, que sigue activa, sus palabras siguen siendo leídas en los encuentros mensuales. En Viña del Mar, los jóvenes que lo conocieron lo llaman "el Monito" con cariño, como si aún estuviera cerca.La ceremonia fúnebre, aún no anunciada oficialmente, se espera que tenga lugar dentro del periodo de luto. Lo que sí está claro es que no será un simple funeral. Será un homenaje popular, con banderas de oro y cielo, con abrazos, con lágrimas y con el eco de una voz que decía: "Jugar bien es importante, pero ser bien es lo que queda".
Frequently Asked Questions
¿Por qué Erasmo Zúñiga es tan importante para Everton de Viña del Mar?
Zúñiga es el único capitán que llevó a Everton a ganar un título nacional en 1976, el único que lideró al club en la Copa Libertadores y el que más tiempo ha dedicado al club, tanto como jugador como entrenador. Su lealtad, humildad y compromiso con la formación de jóvenes lo convierten en el símbolo más auténtico de la identidad "oro y cielo". Su nombre está en el panteón de los Héroes del 76, y su legado sigue vivo en las escuelas del club.
¿Qué hizo Zúñiga después de retirarse como jugador?
Durante más de 30 años, Zúñiga se dedicó a entrenar a niños y adolescentes en las divisiones inferiores de Everton y Santiago Wanderers. Fundó la Agrupación de Ex-Futbolistas Profesionales Oro y Cielo por Siempre, que hoy reúne a 47 exjugadores. Su filosofía era clara: el fútbol no era un fin, sino un medio para formar personas responsables, respetuosas y perseverantes. Muchos de sus pupilos hoy son profesores, padres y líderes comunitarios.
¿Cómo reaccionó la ciudad de Viña del Mar a su muerte?
La Municipalidad de Viña del Mar decretó tres días de luto oficial, con banderas a media asta en todos los edificios públicos. La alcaldesa Macarena Ripamonti lo calificó como "un referente del deporte viñamarino" y un ejemplo de compromiso comunitario. Vecinos, exjugadores y jóvenes que lo conocieron han llenado redes sociales con recuerdos, fotos y mensajes de agradecimiento. No hubo un solo acto protocolario: fue un duelo colectivo, sincero y profundo.
¿Qué significa ser "Héroe del 76"?
"Héroes del 76" es el nombre que Everton de Viña del Mar otorga a los jugadores y cuerpo técnico que ganaron el campeonato nacional en 1976, el único título de Primera División en la historia del club. Zúñiga fue el capitán de ese equipo, y su liderazgo fue clave. El reconocimiento se creó en 2000 para honrar su gesta. Con su muerte, se pierde el primer miembro de ese grupo, lo que convierte su legado aún más sagrado para los hinchas.
¿Tiene Zúñiga algún monumento o reconocimiento permanente?
Aunque no hay un monumento físico aún, el club ha anunciado que planea bautizar una cancha de entrenamiento con su nombre y colocar una placa en el estadio. Además, la Agrupación de Ex-Futbolistas incluye su imagen en su logo y su frase "formar buenas personas" se lee en los materiales de las escuelas de fútbol. Su nombre ya está en el libro de historia del fútbol chileno, y en el corazón de quienes lo conocieron, no hay necesidad de piedra ni metal para recordarlo.
¿Qué impacto tiene su muerte en el fútbol juvenil chileno?
Zúñiga fue uno de los pocos entrenadores que priorizó la formación humana sobre el rendimiento deportivo. Su muerte deja un vacío en un sistema donde cada vez más se valora el resultado sobre el carácter. Muchos clubes han empezado a replantear sus programas juveniles, inspirándose en su modelo. En Viña del Mar, ya hay iniciativas para nombrar torneos escolares en su memoria, asegurando que su filosofía no se pierda con él.