Musetti se retira en la semifinal de Roland Garros 2025: una campaña histórica truncada

En la pista Philippe‑Chatrier, el 6 de junio de 2025, Musetti vio cómo su sueño de disputar un título de Grand Slam se desvanecía en el medio tiempo del cuarto set. La lesión en la pierna izquierda lo obligó a retirarse contra el número 2 del mundo, Carlos Alcaraz, poniendo fin a la semifinal más sorprendente que había jugado el joven italiano.

Un comienzo de ensueño para el italiano

Desde su debut profesional, Musetti se había perfilado como una joya del tenis de tierra batida. En 2024 había alcanzado los cuartos de Montecarlo y quedó segundo en el Masters 1000 de Madrid, mostrando un repertorio de golpes de gran variedad y una mentalidad cada vez más competitiva. Llegar a Roland Garros era, para él, la culminación de una temporada de progresos constantes.

El público de París recibió al italiano con un aplauso fuerte; su juego de revés con dos manos y su facilidad para cambiar de ritmo habían despertado expectativas. Desde el primer punto, Musetti se mostró agresivo, respondiendo a los servicios de Alcaraz con retornos precisos y rayos de energía que mantuvieron el marcador cerrado durante los dos primeros sets.

En el primer set, ambos jugadores alcanzaron un 41 % de efectividad en el primer servicio, mientras los intercambios de fondo superaban los 30 golpes. La audiencia disfrutó de una verdadera batalla de estrategia, con Musetti utilizando lobs y voleas inesperadas que dificultaron el dominio del español.

El punto de inflexión y la caída de Musetti

El punto de inflexión y la caída de Musetti

El verdadero giro llegó en el tiebreak del segundo set. Alcaraz, tras ajustar su posición de ataque y elevar la velocidad de sus primeras palas, tomó la delantera y consiguió cinco puntos de set, cerrando con un potente revés que dejó sin respuesta a Musetti. Con el segundo set a su favor, la confianza del español se disparó y su porcentaje de primer servicio subió al 65 %.

El dominio de Alcaraz se hizo evidente en el tercer set: ganó los primeros cinco juegos sin contestación y concluyó la partida 6‑1. Fue entonces cuando Musetti sintió la primera punzada en la musculatura de la parte posterior de la pierna izquierda. "Al inicio del tercer set, al servir, empecé a perder fuerza en la pierna izquierda", relató en la rueda de prensa.

El fisioterapeuta del italiano intervino tras el quinto juego, aplicando un breve protocolo de estiramiento y masaje. Museti, sin embargo, optó por no inmovilizarse con cinta, confiando en que la lesión era manejable. Desgraciadamente, la molestia se intensificó, y tras el quinto rompimiento de servicio de Alcaraz en el cuarto set, el italiano tomó la difícil decisión de retirarse.

Las estadísticas del encuentro reflejan el cambio drástico: Musetti ganó apenas 10 puntos después del tiebreak del segundo set y sólo tres tras el tratamiento médico, mientras Alcaraz acumuló 34 ganadores frente a los 22 del italiano. El porcentaje de primeros servicios de Alcaraz se mantuvo por encima del 60 % durante los últimos dos sets, evidenciando su superioridad física y táctica.

Aunque la retirada ensombreció la noche, Musetti mostró una madurez notable al reconocer que había jugado "más cerca del nivel de Alcaraz" que nunca. Sus palabras, lejos de justificar la derrota, subrayaron el avance personal que había logrado en su carrera y la confianza renovada para los torneos futuros.

Para Alcaraz, la victoria no sólo representa otro paso hacia la conquista del título de Roland Garros, sino también una oportunidad de analizar su próximo rival: la semifinal entre Novak Djokovic y Jannik Sinner. "Voy a estudiar ese partido con detalle, porque es uno de los mejores duelos del tenis actual", declaró el español tras el partido.

El duelo Djokovic‑Sinner se perfila como una confrontación épica que definirá la dirección del tenis masculino en los próximos años. Mientras Djokovic busca reafirmar su dominio en la pista de arcilla, Sinner, con su estilo agresivo y su salto de ranking, intenta romper la hegemonía de los grandes nombres.

En retrospectiva, la campaña de Musetti en París quedará como una de las más destacadas de su generación, pese al final agridulce. Llegó a su primera semifinal en un Grand Slam, derrotó a jugadores de mayor ranking y mostró una capacidad de adaptación táctica que muchos expertos consideran digna de una futura generación de campeones.

El público, aunque decepcionado por el retiro, aplaudió la valentía del italiano y reconoció la calidad del espectáculo que había ofrecido. La prensa especializada destaca que la actuación de Musetti en los primeros dos sets fue suficiente para que “el tenis de tierra batida recupere su esencia de lucha y creatividad”.

Con la lesión aún bajo observación médica, el italiano planea una fase de recuperación cuidadosa antes de volver a la pista. Su equipo ya ha programado una revisión de fisioterapia y una planificación de torneos de menor exigencia para evitar recaídas.

En definitiva, la semifinal entre Musetti y Alcaraz dejó una huella: una batalla técnica que, aunque truncada, demostró el estrecho margen que separa a los mejores del mundo y la fragilidad de los cuerpos en el exigente escenario de los Grand Slams.