GTD: Qué es y cómo aplicarlo hoy mismo

Si sientes que el día se te escapa entre los dedos, el método GTD (Getting Things Done) puede ser la solución. No es una teoría complicada; es una forma práctica de vaciar tu mente, organizar tareas y avanzar sin perder tiempo.

Lo mejor de GTD es que funciona tanto para estudiantes como para profesionales. Solo necesitas un cuaderno, una app de notas o cualquier herramienta donde puedas anotar lo que tienes que hacer. A partir de ahí, todo se vuelve más claro.

Los 5 pasos clave de GTD

1️⃣ Captura: Anota todo lo que entra en tu cabeza, sin filtros. Correos, ideas, reuniones, compras. Cada cosa tiene su lugar.

2️⃣ Aclara: Pregúntate si la tarea es accionable. Si no lo es, archívala o descártala. Si sí, define el siguiente paso concreto.

3️⃣ Organiza: Clasifica las acciones en listas: proyectos, próximas acciones, espera y alguna referencia. Usa etiquetas o carpetas para encontrarlas rápido.

4️⃣ Reflexiona: Revisa tus listas al menos una vez a la semana. Ajusta prioridades, elimina lo que ya no sirve y planifica la semana.

5️⃣ Ejecuta: Elige la tarea que mejor se ajuste a tu contexto, tiempo y energía. No te quedes pensando; hazlo.

Errores comunes y cómo evitarlos

Muchos empiezan a usar GTD y se frustran porque intentan hacerlo perfecto desde el primer día. No necesitas un sistema ultra complicadísimo; la clave está en la constancia.

Otro error frecuente es no revisar las listas. Si dejas todo acumulado, pierdes la ventaja de la claridad mental. Programa una alarma semanal para tu revisión y verás la diferencia.

También hay quien captura todo sin filtrar, lo que genera una lista enorme e intimidante. Sé selectivo al decidir si algo realmente necesita acción o solo es información.

Si te cuesta decidir la siguiente acción, prueba la regla de los dos minutos: si puedes hacerlo en menos de ese tiempo, hazlo ahora. Así evitas que pequeñas tareas se acumulen.

Por último, no subestimes el poder de la herramienta que elijas. Una app como Todoist o una hoja de cálculo simple pueden funcionar igual de bien si la usas consistentemente.

Aplicar GTD no es cuestión de magia, es cuestión de hábito. Empieza hoy con cinco minutos: escribe lo que tienes en mente y decide el próximo paso de una de esas tareas. Verás cómo poco a poco tu bandeja de pendientes se vuelve manejable y tu día más productivo.